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Ruta Nakasendo, caminando por el Japón más ancestral


La ruta comercial que durante la era Edo conectaban Kioto y Tokyo, siendo quizás la principal ruta comercial de la época, se puede considerar el equivalente a los miles de kilómetros que llegó a cubrir la red de calzadas que el imperio Romano. 


Aunque las infraestructuras conservaron su función comercial hasta la segunda restauración Meiji que se inició a mediados del siglo  XIX, de las seis rutas, las cuales constituian la Red Gokaido, sólo se conservan (algunos de los tramos en perfectas condiciones). Siendo el más visitado por los turistas el que partiendo desde la localidad de Magome


Nos conduce tras salvar los poco más de ocho kilometros hasta la aldea de Tsumago, trazando un recorrido en cuyo transcurso se pueden ver joyas del patrimonio natural nipon, como el bosque de bambú, que aunque no es muy extenso, si es uno de los más antiguos de todo Japón. 


Formado por decenas de miles de vainas este bosque ancestral es tan denso que internarse en su densidad sin un buen guía que evite que te desorientes, puede tener consecuencias francamente desagradables. No muy  lejos encontrmos la cascada del hombre y la mujer o de Odaki y Madaki, un salto de agua que aunque no es muy pronunciado, proporciona al senderista un motivo para hacer una breve parada y refrescarse con sus cristalinas. 

El antiguo tablos de edictos del emperador todavía está en uso

Pues está ubicado justo en la mitad de la ruta. Caminata que se inicia callejeando por calles estrechas y empedradas de Magome. Paseo que nos permitirá descubrir un viejo molino de madera, que a pesar de tener una edad estimada de cientos de años, todavía funciona. Igual que se actualiza el punto de información, un tablero de madera donde antaño se daban a conocer los edictos del emperador. 


Y donde podemos conocer (si sabemos descifrar los pictogramas) con los que están redactados los avisos, si habido algún percance relacionado con la presencia de los números osos que hay en la región y que de vez en cuando descienden por las laderas. Por lo que se recomiendan hacer tintinear las numerosas campañas que se han instalado a lo largo del camino.

 


La ruta Nakasendo en Japon nos ofrece además de unos parajes únicos por su belleza zen, la portunidad de conocer su cara más tradicional. 



Y cuyo sonido sirve para ahuyentar al plantigrado, no tratándose del único animal cuya población habita de forma endémica la región del valle de Kiso. Desde hace miles de años dejándose ver en rara ocasión por los viajeros, los que cuentan con otros alicientes realmente gratificantes como la posibilidad de tomarse un té en una de las muchas casas de te como la de Tateba/Chaya, servido a la forma tradicional, asueto que te suelen ofrecer de forma gratuita por los lugareños que muy amablemente se prestarán asesorarte sobre la dirección más adecuada para continuar. 


Otro de los alicientes para realizar la ruta Nakasendo, es que a lo largo de todo su recorrido incluyendo tanto la ciudad de inicio como de destino, está terminantemente prohibido que circule ningún de vehículo motorizado,  elementó que contribuye a reforzar aún más si cabe, la sensación de que más que una excursión te has trasladando en el tiempo. Pasando en un instante de una ciudad del Siglo XXI. 

Arroyos y su abrumadora vegetación crean paisajes llenos de vida

Cómo Tokio con sus más de 20.000.000 millones de habitantes, cuya máxima concentración se puede observar en distritos como Ginza o Hibiya, a las calles o mejor dichos cajellones empedrados de una villa como Magome, donde sus poco más cien residentes todavía se informan de los decretos administrativos a través de otro tablón de madera similar al que hemos visto en Magome, llamado Shogunato, en este caso se utilizaba para mantener informados a los aldeanos.


Y que nos indica que se trataba de una parada de posta o parada de descanso, siendo el lugar idóneo donde los comerciantes se informaban sobre las mas recientes disposiciones por las autoridades y distribuidas a través de edictos que se emitían periódicamente. Otro de los alicientes paisajísticos no lo encontramos nada más salir de Magome y alcanzar la máxima cota de la ruta, que se encuentra en el puerto de Magome/Toge


Desde cuya cima nos podremos deleitar con una panorámica que abarca la mayor del valle de Kiso y sus laderas alfombradas con cedros y coníferas como los abundantes cipreses. Pero antes de dejar atrás la villa de Magome se recomienda visitar el pequeño museo Shimizuya Shiryokan, en cuyas instalaciones se exhiben de forma permanente una colección compuesta por objetos de   cerámica, así como piezas de vestuario y herramientas agricolas. 

A lo largo de la ruta encontrará numerosos altares de culto

Entre los muchos monumentos sagrados con los que cuenta la ruta Nakasendo, mencionar el recogido altar Koyasu Kannon, dedicado a la veneración de la diosa de la misericordia, a la que acuden miles de peregrinos y devotas con el propósito de pedirles un parto magnánimo. 


Y ya a medio camino la casa santuario Kurashina eregido en memoria de un sirviente llamado Kurashina,  que fue víctima de una brutal masacre cuando se dirigía al castillo de Matsumoto en compañía de un séquito formado por otras treinta personas, las cuales perecieron tras caer en una emboscada perpetrada por guerreros enemigos del señor. 


En la ruta Nakasendo las historias y viejas leyendas transmitidas a nivel popular, forman parte de un relato donde lo espiritual y lo profano se funden con el paisaje. 


Si nuestra idea es alargar la excursión explorando la región a nuestra disposición hay una red de Minshuku, casas tradicionales que funcionan como hospedería siendo regentada en su mayoría por familias que dejan en herencia sus viviendas, las cuales conservan la mayor parte de la historia del linaje, creando una atmósfera única y acogedora que te permite conocer in situ su indisiocracia y forma de vida. 


Ya en el pueblo de Tsumago mientras caminamos por sus sinuosas calzadas adoquinadas podremos visitar los museos de Nagiso y de Rekishi Shiryokan, donde se nos ofrece documentación sobre los usos y costumbres de esta aldea que no supera los ciento cincuenta habitantes y un repaso pormenorizado por la historia de la ruta Nakasendo. 


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Pero si además eres de los que les gusta adquirir alguna talla o pieza de artesanía como recuerdo de tu viaje, te recomiendo que te acerques a Murataya, tienda de artesanía que se encuentra en las proximidades del castillo de Tsumago y el templo de Kotokugy, paradas obligadas en una visita donde la arquitectura local compuesta por casitas tradicionales construidas en madera suponen el autentico atractivo de esta ruta junto a los entornos naturales. 


El Cañon del Río Lobos, agua y erosión en la frontera de la meseta castellana


La visita al Cañon del Rio Lobos, una reserva natural cuya superficie de alrededor de 10.000 hectareas, área compartida por las provincias Españolas de Soria y Burgos, ambos territorios pertenecientes a la Comunidad Autonoma de Castilla y Leon


Comprende tanto monumentos naturales como patrimonio arquitectonico y sacro-artistico, entre los del primer apartado. Ya optemos por acceder por el conocido como el Puente de los Siete Ojos (el mas concurrido sobre todo en temporada alta como son el Otoño), cuando la diversidad de colores ocres y ceniza viste la garganta del cañon cuyas paredes de roca caliza.


Producto de la erosión es más visitada por senderistas y excursionistas, o nos decantemos por comenzar nuestro recorrido tomando como punto de inicio alguno de los otros dos puntos oficiales, ya sea el ubicado en la localidad de burgalesa de Hontoria del Pinar. Encantadora villa donde merece la pena parar y acercarse a su atracción mas destacada.


El castillo, antigua fotaleza medieval desde cuyas almenas se dominaba buena parte de la comarca y el Pico de Navas que con 1351 metros de altura, supone la cota de maxima altitud de la reserva. O nos adentremos entre los numerosos ejemplares de Sabina Albar que nos acompañaran despues de dejar tras nuestros pasos la localidad de Lucero.

La presencia del agua conforma la garganta del cañón 

Podemos citar enebros, poblaciones de pinos pudio (muy abundantes en la zona), asi como los mas discretos quejigo o las agrupaciones de encinas que veras a lo largo de los 18 kilometros de largo con los que cuenta el cañon. Compartiendo el paisaje numerosas especies aromaticas como el espliego, el tomillo, asi como enebros o gayubas.


Que conforman un ecosistema que es habitado por especies animales como el corzo, la escurridiza ardilla, el jabali, o las mas dificiles de ver como la comadreja, la garduña o las nutrias que se esconden en las riveras de los cursos de agua. Pero si hay algo por lo que cada temporada acuden mas amantes de la naturaleza.


El parque natural del Cañon del Rio Lobo entre Soria y Burgos es un paraje que ofrece estampas espectaculares, con un entorno donde la naturaleza y la evolución ha creado lugares singulares, donde el imaginario popular y la enorme diversidad natural crea un enclave de gran belleza plástica y paisajistica.


Es porque en los diferentes ecosistemas que componen el parque existe una nutrida selección de aves rapaces que pueden ser avistadas desde miradores como el del Balconcillo  o el de la Galiana, desde cuya plataforma se pueden contemplar los majestuosos vuelos y acrobacias de aves como el Aguila Real o tambien la Aguila Perdicera y la Culebrera, entre las representantes de las aves cetriteras podermos divisar el Azor, el Milano o el Halcon.


Asi como una colonia de Cernicalos y Buhos. Pero sin lugar a dudas el primer papel de esta sinfonia de vuelos esta reservado para los Buitres Leonados, que apostados en los salientes de los escarpados desfiladeros, esperan pacientemente a que alguna desvalida presa sucumba y se convierta en la carroña con la que alimente a su prole de polluelos.

Detrás de la ermita de Templaria se esconde la cueva grande

Todo un espectaculo brindado por la madre naturaleza que combinado con los alicientes que se encuentran en el apartado de monumentos suponen una excusa perfecta para realizar una excursión, ya sea por libre o contratando algun guia. Tambien existe la oportunidad de recorrer el parque (que por otra parte esta excelentemente señalizado), en bicicleta o a caballo.


Monumentos tanto naturales como las varias simas que emergen de las paredes cortadas del cañon o la entrada de la Cueva Grande, cuyos primeros tramos se pueden recorrer por libre, o si se desea profundizar en sus cavidades, formando parte de algunas de las expediciones de espeologia que se organizan y de cuyas actividades te tendras que informar en el centro de interpretación.


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Ya en el terreno arquitectonico es de obligada visitar la ermita de San Bartolome que se aparece ante nuestros ojos protegida en un meandro del rio, excelente ejemplo del Romanico Tardío. El templo construido en el Siglo XIII, se dice que fue sede de la orden templaria de San Juan de Otero. En todo caso su planta de cruz latina asi lo sugiere, aparte de estar consagrada a San Bartolome se veneran las imagenes de San Juan y Santiago Apostol.


Añadir que por su ubicación equidistante entre el Cabo de Creus en Girona y el Cabo de Finisterre en A Coruña del templo, si ademas se le traza una linea vertical de Norte a Sur de la Peninsula Iberica, se obtendra el emblema de una cruz templaria. Lo cual constataria como se sospecha que el edificio estuvo albergado por miembros de la orden Templaria.



Las Tres Cimas de Lavaredo, montañismo e historia en el corazón de los Alpes



Accidente geofrafico emblemático donde los haya, hasta 1.919 fue una referencia fronteriza señalizando el limite territorial  entre el Norte de Italia y el Sur de Austria, lo tres volumenes de lo que hoy en día conforman las Cimas de Lavadero se erguén en mitad de una llanura como aperitivo de los Alpes, consideradas una de las cadenas montañosas mas importantes del continente Europeo. 

Utilizadas durante la II Guerra Mundial como baluarte y como refugio defensivo por los partisanos pertenecientes a la resistencia Italiana, restos de los que todavía se conservan algunas secciones de galerías que recorren el interior de la montaña además de algunos barracones situados en las inmediaciones. Y que fueron ocupados por ejercito regular transalpino durante la contienda.

Pero no es hasta la década de los 80´s del Siglo pasado cuando debido al desarrollo de infraestructuras y la facilidad de acceso a sus parajes, cuando se empiezan abrir las primeras vías para excursionistas, que en un primer momento estaban destinadas para expertos montañeros, pero que con el paso del tiempo y la mejora de los accesos se convirtió en un destino popular.

Punto de partida desde el refugio Arounzo

Pese a ser catalogado como un destino de alta montaña su escasa dificultad es abordable para casi cualquier persona que presente unas condiciones físicas mínimas, siendo requisito imprescindible el deseo de pasar una jornada agradable en contacto con tu entorno natural mas próximo.

Aunque actualmente existen diferentes puntos de partida desde que iniciar la caminata, el mas popular sigue siendo el trazado que tiene su inicio en el refugio de Arounzo al que se llega desde la localidad cercana de Misurina. Breve trayecto que generalmente se realiza en vehículo privado y en cuyo transcurso el senderista ya puede hacerse una idea de las maravillosas vistas que tendrá oportunidad de contemplar a su llegada.


Situado a poco mas de 2.300 metros de altitud el refugio se ha convertido en el principal destino donde los montañeros planifican la ruta de trekking eligiendo aquella que mejor se adapte a su perfil físico. Aunque debido a las facilidades que presenta la mayoría de sus visitantes se suelen organizar grupos de excursionistas.-

Las Tres Cimas de Lavaredo en todo su esplendor

Que por un módico precio y tras una media de dos horas de una agradable caminata acompañados por la sombra de la vegetación y el rumor de los numerosos arroyos, que sobre todo durante la Primavera descienden ladera abajo acaudalados producto del deshielo. Se abre ante sus ojos una panorámica de los tres colosos que incólumes dominan el paisaje.

Y que sobre todo en los días claros protagonizados por las agradables temperaturas estivales su protectora presencia puede llegar a intimidar recortados contra el inmenso azul del cielo. Llegados a este punto los mas temerarios se adentraran  entre los recovecos quizás emulando algún mito del alpinismo.

Completando un recorrido circular de vuelta a tu destino
 
Mientras que el resto tras haber salvado un desnivel de alrededor de trecientos metros descansara a los pies de su ladera o disfrutando el resto de la tarde de un frugal pic-nic, hasta que antes de comience a declinar el Sol que raya el horizonte. Se inicie el camino de retorno por la cara posterior del conjunto de montañas completando una ruta circular que les devolvera a la entrada del refugio.

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Dirigida a casi todo tipo de publico las Tres Cimas de Lavaredo, se ha convertido en una excursión de cita obligada en los Dolomitas. Donde el visitante aparte de su riqueza natural y paisajística, podrá adentrarse en la historia reciente del viejo continente.